En este instante escucho una canción, miro hacia un monitor fantasmagorico, detengo mi pensamiento y rehuyo las complicaciones, mi cabeza se ha metido en el congelador, mis pies me duelen, mi alma me pesa, mi voz dice amor, y el vació se empeña en tragarse mis palabras.
Escucho a mi niña llorar, mi estomago desespera por digerir lo que he comido, mis dedos ágiles y desvergonzados dictaminan a libertad las palabras, puedo detenerme a criticar las melodías tontas, tantísimas, acaso puedo enfrentarme al monstruo que me da miedo y en este instante se encarga de hacerme infeliz el recuerdo.
En este instante la garganta quiere gritar tu nombre. Las fuerza sexual de mi anatomía toda te requiere y enfilo hacia la ciencia, querer leer un texto, querer producir una nueva palabra.
En este otro instante recuerdo mi sueño que me causo angustia y luego de despertarme a sabiendas que todo esto es transitorio, volví a darme cuenta que mi existencia se basa en esta sucesión de instantes que de continuo se vierten al vacío, como ofrenda de vida a la misma vida.
En este otro instante pienso en ti, en que tus ojos y tu vientre me contienen, que tu hermoso rostro me lleva al bien y me inflama de maldad, que esfuerzo hago por subsistir, que para existir me basta este instante, amada y efímera vida, yo te amo, porque me haces entender que mi vida es tan perfecta porque es transitoria.
Escucho a mi niña llorar, mi estomago desespera por digerir lo que he comido, mis dedos ágiles y desvergonzados dictaminan a libertad las palabras, puedo detenerme a criticar las melodías tontas, tantísimas, acaso puedo enfrentarme al monstruo que me da miedo y en este instante se encarga de hacerme infeliz el recuerdo.
En este instante la garganta quiere gritar tu nombre. Las fuerza sexual de mi anatomía toda te requiere y enfilo hacia la ciencia, querer leer un texto, querer producir una nueva palabra.
En este otro instante recuerdo mi sueño que me causo angustia y luego de despertarme a sabiendas que todo esto es transitorio, volví a darme cuenta que mi existencia se basa en esta sucesión de instantes que de continuo se vierten al vacío, como ofrenda de vida a la misma vida.
En este otro instante pienso en ti, en que tus ojos y tu vientre me contienen, que tu hermoso rostro me lleva al bien y me inflama de maldad, que esfuerzo hago por subsistir, que para existir me basta este instante, amada y efímera vida, yo te amo, porque me haces entender que mi vida es tan perfecta porque es transitoria.
