martes, 17 de agosto de 2010

Adios y Gracias

Hoy luego de haber podido dormir a plenitud, durante el ultimo instante del sueño que me parecio mucho tiempo.
Soñe, me parecio una eternidad y amaneci tremulo, abatido, llorando.

Pocas veces muestro lo debil que soy, me gusta creerme invulnerable, porque logicamente alguien asi sufre menos.

Esta mañana no pude contener las lagrimas y mi alma se asomo al tremendo vacio que hace que nada tenga sentido.

Me desperte de inmediato y el salado del sudor y mi rostro lleno de lagrimas me hizo pensar que debia hacer algo, ahora luego de haber salido al frio matinal y de haber corrido hacia ninguna parte, me he tranquilizado, pero sigo triste a un grado donde nada me hace bien, donde nada me hace estar en paz.

Ese sueño era que estando en un lugar donde habia personas que nunca he visto en mi vida, pasaban afuera muchos hombres armados, corriendo, persiguiendo a alguien, se escuchaban entonces disparos y olia a quemado, encerrado ahi, con panico observaba que las balas entraban a nuestro refugio y que de pronto tomaban el sitio estos seres grotescos y armados.

Yo estaba con un rostro amable y creo conocido esta mujer, no la he conocido en esta vida, pero su sonrisa era para mi familiar, ella me tomaba de la mano y estaba conmigo, entonces salia y se encontraba con otra mujer que sospecho yo si conocia, porque ella al mirarme me sonreia, con una tristeza abismal y en su rostro no habia mas que una especie de mueca y pena, se acerco a mi y solo dijo, Adios y Gracias, yo helado en ese sitio debastado, me caia al suelo herido por alguna bala perdida que ajaba mi corazon. Subitamente desperte.

No me encuentro bien, ese hilo de realidad me hace temer, pero no por mi salud, sino por la clase de persona en la que me convierto, esto debe quedar atras, cuanto mas pronto mejor.

Adios y Gracias, Maria.